El endurecimiento de las arterias, también llamado ateroesclerosis, es un trastorno común que ocurre cuando se acumula grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias y forman estructuras duras llamadas placas. Con el tiempo, estas placas pueden bloquear las arterias y causar síntomas y problemas en todo el cuerpo.

Causas

Durante el curso de años y décadas, la acumulación de placa estrecha sus arterias y las hace más rígidas. Estos cambios dificultan el flujo de sangre a través de ellas. Los coágulos se pueden formar en estas arterias estrechas y bloquear el flujo sanguíneo. Los pedazos de placa también se pueden desprender y desplazarse hasta vasos sanguíneos más pequeños, bloqueándolos.

De cualquier manera, el bloqueo priva a los tejidos de sangre y oxígeno, lo cual puede producir daño o muerte tisular (necrosis). Ésta es una causa común de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Si un coágulo se desplaza hasta una arteria en los pulmones, puede causar una embolia pulmonar.

En algunos casos, la placa es parte de un proceso que causa un debilitamiento de la pared de una arteria, lo cual puede llevar a un aneurisma. Los aneurismas pueden abrirse (romperse) y causar sangrado que puede ser mortal.

La ateroesclerosis es un proceso que con frecuencia ocurre con la edad. Sin embargo, los niveles altos de colesterol en la sangre pueden llevar a que este proceso suceda a una edad más temprana.

Para la mayoría de las personas, los niveles de colesterol altos son el resultado de un estilo de vida no sano, sobre todo consumir una dieta rica en grasa, si bien influyen otros aspectos como el consumo excesivo de alcohol, falta de ejercicio y tener sobrepeso.

Otros factores de riesgo para la ateroesclerosis son:

  • Diabetes
  • Antecedentes familiares de ateroesclerosis
  • Hipertensión arterial
  • Tabaquismo