FUENTE: Lucía Gallardo, Gaceta Médica digital, Barcelona

Noticia publicada en La Gaceta Médica digital el 27 de marzo de 2005, referente al I Symposium Internacional “El Enfermo y la Cirugía Invasiva”, celebrado en Barcelona el 10 y 11 de marzo del mismo mes.

La cirugía mínimamente invasiva (CMI) permite una disminución de las estancias hospitalarias, una mayor optimización de los recursos sanitarios y una reducción de los costes sociales y económicos de las enfermedades. Pero, a pesar de estas ventajas y de que este tipo de técnicas está experimentando avances importantes, su implantación es lenta debido, en parte, a la falta de difusión y el desconocimiento por parte de los médicos. Con el fin de superar estas barreras, el Simposio Internacional sobre CMI, que contó con el apoyo de la Organización Médica Colegial, el Colegio de Médicos de Barcelona, el Hospital General de Cataluña y la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), reunió en Barcelona al colectivo médico y a los propios ciudadanos, para hacer frente al problema de desinformación.

La nueva tecnología y su formación a los facultativos, la mayor de las dificultades

Una de las dificultades para introducir estas técnicas es que los cambios que experimentan hacen que los hospitales no consideren factible la adquisición de la nueva tecnología y que los facultativos apenas tengan tiempo de ir asimilándola. La CMI está infrautilizada. Por este motivo, uno de los principales retos es fomentar el entrenamiento de los profesionales respecto a estos métodos, y para conseguirlo es necesario promover su estudio en la universidad, según afirmó al medio el presidente del encuentro, Manuel Maynar.

En su opinión, uno de los frenos para la introducción de estas técnicas es que acaban resultando caras, debido a su escasa demanda. Las compañías deben invertir costosos recursos en el desarrollo tecnológico que, si no se ven soportados por ventas elevadas, encarecen el producto. En este sentido, según un estudio de la Fundación Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial (OPTI) y Fenin, a pesar de que ya se ha producido el cambio tecnológico para la introducción de la CMI, el tejido empresarial español es incapaz de comercializar con éxito estos avances.

Las técnicas cardiovasculares y de intervencionismo radiológico se aplican a múltiples especialidades y van desde angiografías, angioplastias o inserción de catéteres hasta la inyección de agentes trombolíticos, administración de medicamentos contra el cáncer directamente en la zona del tumor, la detención de hemorragias o biopsias por punción… Según la organización del simposio, actualmente, las intervenciones que se realizan mediante técnicas de CMI en Estados Unidos no llegan al 10 por ciento. Aunque no hay estadísticas europeas, se estima que en el año 2010 el 25 por ciento de las operaciones quirúrgicas realizadas en los países desarrollados se llevarán a cabo mediante CMI.