Las ventajas de la Cirugía Mínimamente Invasiva (CMI) no se circunscriben a sus efectos sobre la calidad de vida del enfermo, sino que se extienden también sobre el sistema sanitario en su conjunto. Al acortarse los periodos de hospitalización, se reducen asimismo los costes del sistema hospitalario. Por efecto de la reducción de esos periodos de hospitalización, y teniendo en cuenta que en ocasiones ni siquiera es preciso el que el enfermo pase la noche en el hospital, se reducen también las listas de espera. Si atendemos a las opiniones de diferentes empresarios del sector de tecnología sanitaria, no parece, sin embargo, que los máximos gestores de la Sanidad Pública, cuyas competencias están descentralizadas por Comunidades Autónomas, sean conscientes de estos beneficios, o al menos eso permite concluir un sondeo realizado entre empresarios del sector.
El presidente de una destacada empresa de tecnología cardiovascular comentaba recientemente: «Falta concienciación por parte de la administración sobre la importancia de la tecnología mínimamente invasiva y de la tecnología médica en su conjunto. Parece que en muchos casos se sigue considerando la inversión en tecnología médica como un gasto a corto plazo más que como una inversión como tal. Por parte de la Sanidad Pública, continúa prevaleciendo la asunción errónea de que la tecnología médica infla innecesariamente el presupuesto sanitario, cuando en realidad, a largo plazo, ayuda a reducirlo, por cuanto mejora la calidad de vida de la población».
Cifras concluyentes
Las estadísticas ilustran esta realidad. Según estudios realizados en Estados Unidos, el gasto asociado a una operación cardiovascular a corazón abierto, que se puede estimar en unos 50.000 dólares, queda reducido a la mitad si se efectúa por medio de la CMI. Se ha estudiado, asimismo, la evolución de la estadía hospitalaria para diferentes intervenciones cardiovasculares, y en todos los casos se ha probado la reducción de los mismos al optar por técnicas de CMI. El doctor Manuel Maynar es pionero en el desarrollo y la aplicación de técnicas de cirugía endovascular. En su currículum figura el hito de ser el primer cirujano que llevó a cabo una angioplastia periférica en España. Este y otros éxitos le condujeron a desarrollar en Estados Unidos gran parte de su carrera profesional, siendo en la actualidad profesor de la Universidad de Louisiana y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).
Recientemente nos recibió en la clínica Hospiten Rambla de Tenerife, donde ejemplificó algunos de los avances en CMI. «Esta tarde vamos a operar un aneurisma de aorta abdominal por Cirugía Mínimamente Invasiva», nos explicó. «Con una incisión de tres centímetros podremos reparar un problema que, de acuerdo a la cirugía tradicional, hubiera supuesto una intervención abierta con gran profusión de manipulación de vísceras, arterias, etc. Lógicamente, la recuperación del paciente no es la misma después de una incisión de tres centímetros que después de despertar de la anestesia con un segmento del abdomen abierto, lo que en última instancia, y con independencia de la eficiencia con que se llevara a cabo, hubiera supuesto una agresión para el cuerpo del paciente».
Aplicación para la formación médica
El primer beneficio que, a juicio del doctor Maynar, representa la CMI es la propia evolución de las aptitudes terapéuticas, «gracias a la cual reducimos los tiempos quirúrgicos y de recuperación y mejoramos la vida del paciente que, paradójicamente, es en ocasiones el gran ignorado del sistema», apunta. «Para ello hace falta que dispongamos de las herramientas tecnológicas adecuadas. Y también hace falta que mantengamos conceptos de la cirugía tradicional. La enfermería, por otro lado, tiene un papel preponderante en este nuevo espacio, tanto en los cuidados pre como post-operatorios y en el propio acto terapéutico, ya que muchas veces ocupa la posición del primer ayudante».
«La Cirugía Mínimamenta Invasiva trae consigo una enorme necesidad de actualización de conocimientos por parte del médico, debido a la rapidez de los ciclos de la tecnología asociada», continúa Maynar. «Dado que de forma individual difícilmente puede lograrse toda la actualización necesaria, cobra gran importancia el trabajo en grupo por parte de los profesionales médicos. Los programas de formación médica alcanzan un carácter crucial, y la propia tecnología audiovisual asociada a la CMI nos aporta el medio idóneo para esa formación».
Un día de convivencia con el equipo médico del doctor Maynar, y con otros especialistas invitados a sus jornadas de formación en la clínica Hospiten, nos permite presenciar sobre el terreno la puesta en práctica de estas palabras. Mientras el doctor Maynar realiza la intervención de aorta antes comentada, un nutrido grupo de médicos presencia la operación en otra sala e interactúa con Maynar, formulando opiniones e ideas a través del micrófono. Con la tecnología vía satélite existente en la actualidad, dicho grupo de médicos podría igualmente encontrarse a miles de kilómetros de distancia.
Maynar ha llevado a cabo experiencias parecidas en congresos médicos con cerca de trescientos profesionales. De esta forma, el profesor une a su condición de médico eminente la de incansable divulgador de las ventajas de la CMI. Una de las más destacadas iniciativas a este respecto es el symposium titulado «El enfermo y la Cirugía Mínimamente Invasiva», que tendrá lugar en Barcelona los días 11 y 12 del próximo mes de marzo. «Queremos que este foro sea un paso que nos permita avanzar en el concepto de la sanidad como un bloque», avanza Maynar, «y en el del enfermo como nuestro único líder y objetivo claro, con el objetivo de que reciba todos los cuidados y la atención que la tecnología pone a nuestro alcance».
Fuente original: ABC