Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza y profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Manuel Maynar Moliner fue el introductor de la angioplastia en España y es uno de los mayores expertos mundiales en Cirugía Mínimamente Invasiva (CMI). Actual director del Centro de Diagnóstico y Terapéutica Endovascular (CDyTE), Maynar es además el director científico del Proyecto MOTIVA, un plan de innovación tecnológica en Cirugía de Mínima Invasión y Reconstructiva, puesto en marcha por el Gobierno canario hace ahora justo un año. DIARIO DE AVISOS ha dialogado con él sobre dicho proyecto y la situación de la sanidad canaria, que afronta una de sus épocas más convulsas.

– La sanidad se encuentra ahora ante el reto de la innovación tecnológica, cuando en realidad usted hace 30 años ya afrontó ese desafío.

«Canarias fue pionera en el mundo en hacer cursos de formación con casos en vivo en directo, y en usar el satélite Hispasat para transmitir conocimiento desde aquí a más de 300 universidades iberoamericanas. Luego, todo eso, por circunstancias diversas, lo fuimos apartando. Lo lógico es pensar que 30 años después, la medicina ha evolucionado gracias a la tecnología y la comunicación, porque tenemos más capacidad de poder estudiar sin necesidad de irnos a una biblioteca, y también podemos preguntar a un compañero que sepa más que nosotros».

– En la práctica, sin embargo, aún existen muchas reticencias al cambio tecnológico.

«En medicina, el médico no existe como individuo, porque nadie tiene la capacidad de absorber todo el conocimiento; y sería bueno que nos decidiésemos a informar a la sociedad de que el médico no lo sabe todo. Cuando alguien se va a comprar un coche, acude a varios concesionarios; pero con la sanidad no ocurre lo mismo, e incluso con esa idea del cambio tecnológico pasa igual, porque muy poca gente quiere ser consciente de que las cosas cambian. El cambio tecnológico te obliga a una actualización constante, y siempre hay alguien que tiene una idea o tiene una experiencia superior a la tuya».

– Quizá el problema viene por el concepto del coste económico que genera una sanidad pública y universal.

«El 100% de la población de la tierra es subsidiaria de crear gasto de salud; por eso la Sanidad es muy difícil de gestionar»

– ¿Cómo se puede compaginar el gasto con la inversión en materia sanitaria?

«Lo primero que debemos hacer es educar correctamente. La Universidad no empieza en los 6 años de carrera, sino en las guarderías, y mientras no expliquemos a los niños que mamá no está enferma, sino embarazada; o que la abuela está mala y puede que se muera y que hay épocas en la vida en las que lo pasaremos mal por estar enfermos, estaremos falseando la realidad. Por eso, aunque la tecnología en medicina sea fundamental, nos falta lo más importante, que es saberla enseñar».

– En determinadas áreas quirúrgicas sigue existiendo cierto temor al uso de las nuevas tecnologías, ¿como puede ser el caso de las patologías vasculares?.

«Para evitar eso, tenemos que cambiar el método de enseñanza. Yo aprendí un oficio que se llamaba cirugía abierta, que con el tiempo se ha ido transformando a cirugía mínimamente invasiva. Ahora ha cambiado el método quirúrgico y todo el mundo entiende por definición que tú mañana lo vas a aplicar, cuando no es así. En cualquier oficio se necesita práctica y experiencia para cubrir las etapas necesarias de la formación. Hay que ser realistas, porque tú no le puedes pedir a una persona de 40 años que se actualice de la noche a la mañana. La tecnología, como todo, tienes que enseñarla, no aplicarla sin criterio».

– ¿En qué lugar se encuentra España en materia sanitaria?

«España, en el último Informe Europeo de Salud, está en los últimos puestos, al nivel de Malta. Pero no porque no haya medios o profesionales preparados, sino porque lo hemos desorganizado todo. Holanda es el primer país de la lista, porque por ejemplo el propio enfermo se preocupa por su salud, y elige quién es su médico. En España ni siquiera nos planteamos cuánto pagamos por nuestra salud, y no somos conscientes de que el coste será menor en cuanto apliquemos la tecnología en calidad, no en cantidad. El médico no existe como tal, sino que es una comunidad en continua evolución, y hay que crear estructuras de formación sólidas».

– Pero quizá parte de culpa la tiene la Administración, porque por ejemplo en Canarias el próximo año se reducirá notablemente el presupuesto para Sanidad

«Yo carezco de datos para valorar esa reducción, pero está claro que habría que empezar por explicar a la población que la salud no es gratuita. Hay que dejarse de diferenciar entre sanidad pública y privada, porque sanidad sólo hay una, y es la gestión la que es diferente. Por ejemplo, en el Hospital Universitario (HUC) andar por los pasillos es peor que coger el metro de Madrid en la hora punta, cuando en realidad sólo un 20% de los que están por allí están enfermos. Sólo para trasladar una cama ya es un mundo, y se pierde tiempo y energía en ello. Habría que decirle a la gente que al enfermo no se le acompaña en el hospital, sino en su casa. Yo, que he tenido la oportunidad de recorrer muchos países, he comprobado cómo en la mayoría de los hospitales apenas hay gente, porque les han educado e inculcado que no tenemos que ir ocho personas a ver a un enfermo y ocupar espacio en los pasillos. Si no empezamos a arreglar eso, difícilmente vamos a tener capacidad económica para dotar a la sanidad. No digo que haya que quitar la salud del sistema, pero hay que gestionarla adecuadamente, gastando los recursos que sean necesarios».

– La medicina, hoy en día, tiende mucho a la complementariedad y multidisciplinariedad

«Ya por definición, la medicina es multidisciplinar, porque en la universidad te enseñan personas diferentes, que te aportan cada una sus conocimientos. Gracias a eso tienes el título de médico. Hemos convertido una palabra en moderna, cuando es la base del conocimiento médico».

– ¿Por qué cree que en España no se prima a los médicos especialistas, como sí se hace en otros países, como Estados Unidos?

«Todo radica en la educación, porque en España hay médicos muy importantes, con un prestigio tremendo. El problema es que se diluyen porque, por ejemplo, nuestro programa de MIR se ha devaluado. Nuestros residentes ahora solicitan librar al día siguiente de las guardias, cuando en realidad deberían morir en el hospital durante su programa de formación, porque es su gran oportunidad para aprender».

«Motiva integra formación e investigación»·

La Consejería de Sanidad presentó el pasado jueves la primera Unidad Hospitalaria de Cirugía Experimental para Grandes Animales, una iniciativa pionera que se enmarca dentro del Proyecto Motiva, del que Manuel Maynar es director científico. Según él, dicho proyecto «consiste en conducir, desde el punto de vista médico, desarrollos tecnológicos que se puedan utilizar para la investigación, formación y aprendizaje de la cirugía mínimamente invasiva». «Se trata de integrar todo el conocimiento de muchas áreas del campus universitario canario», recalca el médico maño, quien agrega que «es el proyecto estructurante per sé, porque cuanta más gente capacitada comparta sus ideas, mejor».

Maynar es uno de los mayores expertos en cirugía endovascular, materia en la que fue pionero en España. Según explica, «la patología vascular es una enfermedad sistémica, porque todos los vasos enferman; evolutiva, porque siempre va a peor; y, encima, incurable». Por eso, deja claro que «hay que gastar muchas horas de educación en ella».