Es un método de exploración diagnóstica que permite visualizar directamente las estructuras intracavitarias de la articulación mediante un sistema óptico. Para efectuar una artroscopia se precisa de un instrumento llamado artroscopio, que un instrumento parecido al endoscopio, de menor longitud, y adaptado de cierta forma para ser más utilizable en una articulación; puede tener finalidad diagnostica o terapéutica. Permite examinar el interior de una articulación y realizar operaciones. Las más frecuentes son operaciones de menisco y de ligamentos. La primera se realizó en el año 1982.