El accidente cerebrovascular es responsable de uno de cada diez fallecimientos, la tercera causa de muerte de la población mundial y la primera causa de muerte en mujeres

En España se diagnostican 120.000 nuevos casos de ictus cada año y se produce uno cada seis minutos. Es la primera causa de discapacidad en el mundo y produce más muerte que el SIDA, la tuberculosis y la malaria juntos.

Un ictus se produce cuando una parte del cerebro resulta dañada a causa de complicaciones vasculares. La mayor parte de los ictus (aproximadamente el 85%) ocurren cuando un coágulo de sangre bloquea una arteria y la circulación sanguínea del cerebro se interrumpe en algún punto. La enfermedad de la arteria carótida es la causante de la mayor parte de estos bloqueos.

Síntomas, tratamiento y prevención

Para prevenir, se recomienda en primer lugar un estilo de vida más sano, evitar el consumo de tabaco, adoptar una dieta equilibrada y controlar factores de riesgo como la diabetes, el colesterol y la hipertensión. Además, es necesario evitar que la formación de placas de ateroma en las arterias carótidas reduzca el flujo sanguíneo hacia el cerebro e impedir que los coágulos que se crean por esta causa se desplacen al cerebro y bloqueen las arterias lo que provocaría un accidente cerebrovascular.

Si la arteria carótida finalmente resulta obstruida, se puede tratar de reconstituir el flujo al cerebro y evitar que los coágulos se desprendan y causen un ictus mediante cirugía abierta o cerrada. Está última consiste en un tratamiento mínimamente invasivo de implantación de un stent sin tener que recurrir a la cirugía abierta. El stent es un pequeño tubo de malla, que se implanta en la carótida y que mantendrá abierta la arteria así como evitará el desprendimiento de coágulos al cerebro.

Cuando ocurre un ictus, se puede tratar mediante un procedimiento mínimamente invasivo denominado extracción de trombos, que consiste en un sistema de navegación arterial que permite la extracción del trombo (tromboaspiración) causante del ictus, asociándose en algunas ocasiones la fibrinolisis “in situ” (local a nivel del trombo) que significa la introducción de un líquido que ayuda a la disolución del trombo con el fin de restituir el flujo sanguíneo al cerebro.

El tiempo es clave para evitar las secuelas permanentes

Si el tratamiento es exitoso, el paciente recuperará casi de inmediato sus funciones cerebrales, pero los médicos cuentan con un plazo de aproximadamente tres horas para tratar el accidente cerebrovascular sin que queden secuelas permanentes en el paciente, como parálisis o discapacidad, entre otros.

Éndolum – Centro de Diagnóstico y Terapéutica Mínimamente Invasiva (CDyTE), bajo la dirección del profesor Manuel Maynar, es uno de los grupos con más experiencia en técnicas endovasculares para el tratamiento de la enfermedad carotídea (angioplastia e implantación de stent carotídeo) y el ictus (tromboaspiración y fibrinolisis “in situ”).

Consiste de un grupo multidisciplinar, compuestos de radiólogos, neurólogos, neurocirujanos, especialistas en cirugía endovascular y cirujanos cardiovasculares, especializados en cirugía mínimamente invasiva y fueron pioneros en España en el uso de la angioplastia (dilatación mediante balón) periférica, entre otras técnicas mínimamente invasivas. En el año 2010, el vídeo de información y divulgación “Ictus. La edad no es el final”, creado por el doctor Maynar, fue premiado en el Certamen Internacional de Cine Médico, Salud y Telemedicina “Videomed”.

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