1970
Me formé como radióloga en la residencia Nuestra Señora de Covadonga, a finales de los años 70, coincidiendo con el profesor Manuel Maynar en ese periodo. Para mí fue un compañero y un maestro increíble. Introdujo una técnica nueva, muy atractiva y resolutiva. Mi marido era cirujano vascular y también lo valoraba mucho.
«Maynar fue un compañero y un maestro increíble»
Sin embargo, a pesar de que el profesor Maynar consideró en su momento que yo tenía aptitudes para seguir sus pasos, mi jefe de servicio decidió que por ser mujer – y probablemente madre – no podría cumplir con el trabajo por posibles bajas maternales.
Hoy en día las cosas han cambiado y espero que los residentes actuales puedan aprovechar al máximo la formación que les ofrecen.
