La diabetes es un trastorno metabólico que afecta la habilidad del cuerpo de controlar los niveles de glucosa en la sangre, debido a una falta de o una resistencia a la hormona insulina, que sirve para regular la liberación de glucosa (azúcar). Hay dos tipos de diabetes, la diabetes tipo I o juvenil y la tipo II o del adulto.

La diabetes afecta a la sensibilidad y el riego sanguíneo de las extremidades inferiores, desarrollando el denominado “pie diabético”, a quien se asocia el mayor porcentaje de amputaciones realizadas en nuestro país.

Riesgo de enfermedad cardiovascular entre 2 y 4 veces mayor que la población general, lo cual hace que entre el 30% y el 50% de las personas con diabetes muera por algún tipo de enfermedad cardiovascular.

La enfermedad arterial oclusiva tiene una prevalencia cuatro veces mayor en la población diabética que en los que no padecen esta enfermedad. El riesgo de sufrir una amputación de la extremidad es de 10 a 20 veces más común en paciente diabéticos que no diabéticos.

El 100% de los pacientes diabéticos tendrán enfermedad arterial después de los 25 años de evolución.

Ocho de cada 10 amputaciones de las extremidades inferiores se realizan en pacientes con diabetes mellitus.

La supervivencia a los 3 años después de haber sufrido una amputación mayor es sólo el 50% y a los 5 años el 40%.

Ha sido estimado que entre las 30%-40% de las amputaciones en diabéticos pueden ser evitadas mediante un adecuado cuidado de los pies, una educación de los pacientes, un tratamiento agresivo de las lesiones precoces incluyendo cirugía de revascularización si está indicada así como también un adecuado control de los factores de riesgo.