¿Qué es el pie diabético?

Denominamos de esta manera a las distintas lesiones que ocurren en los pies de las personas con diabetes como consecuencia de su enfermedad.

La Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular define el Pie Diabético como:

«Alteración clínica de base etiopatogénica neuropática inducida por la hiperglucemia mantenida, en la que con o sin coexistencia de isquemia, y previo desencadenante traumático, se produce la lesión y/o ulceración del pie»

Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular

Esto significa que los pacientes que hace muchos años tienen diabetes pueden sufrir una neuropatía, es decir, la disminución o pérdida total de la sensibilidad en los pies como consecuencia de un daño nervioso provocado por la hiperglucemia (altas concentraciones de glucosa sanguínea) a lo largo de los años. Por ello, el pie se vuelve insensible y, combinado con otros factores como mala circulación, deformaciones en el pie, irritación (a causa de fricción o presión como una callosidad, uña clavada…) y traumatismos previos (herida, rozadura, quemadura…), se pueden desarrollar las úlceras. Dependiendo de la existencia de afectación vascular o infección tendrá mayores o menores consecuencias.

¿Afecta a todos los diabéticos esta enfermedad?

Aproximadamente el 20% de los diabéticos va a presentar una lesión en los pies a lo largo de su vida y existen factores de riesgo de presentar esta complicación. Entre ellos están la falta de sensibilidad, la falta de circulación, las deformidades en el pie, el mal control de la glucemia o la falta de unos cuidados adecuados.

¿El pie diabético es sólo un problema de gente mayor?

La aparición de lesiones en los pies guarda más relación con los años de evolución de la diabetes y con su mal control metabólico que con la edad del paciente. El enfermo diabético tiene 3 veces más riesgo que el no diabético de desarrollar afectación de las arterias periféricas. Además, la enfermedad se suele presentar de 5 a 10 años antes que una persona no diabética.

¿Cuáles son las repercusiones de este problema en el anciano?

El principal problema es la aparición de úlceras, por lo general de larga evolución y de difícil cicatrización si no reciben un tratamiento adecuado en una unidad especializada. Si estas úlceras no reciben el tratamiento apropiado o se complican pueden llevar a una amputación que puede ser de parte del pie o incluso de la pierna entera.

Por lo tanto, el pie diabético que suele empezar con una pequeña herida o úlcera. Al principio puede ser insignificante, pero con el tiempo puede llevar a una pérdida de la funcionalidad de la pierna, una disminución de la calidad de vida y mayor probabilidad de una muerte precoz.

¿El pie diabético solo se cura con la amputación?

En un 60-70% de las ocasiones las úlceras ocurren como causa de la neuropatía (afectación de los nervios), que lleva al diabético a perder la sensibilidad en sus pies y la circulación está intacta. Por tanto, en la mayoría de las ocasiones, el pie diabético no es un problema vascular y estas úlceras pueden cicatrizar con el tratamiento adecuado.

También se sabe que la afectación arterial ocurrirá en el 100% de diabéticos de más de 25 años de evolución, por lo que si el problema vascular está presente, las úlceras pueden tener una peor evolución. Sin embargo, hoy en día existen tratamientos endovasculares, mínimamente invasivos, para aumentar el riego sanguíneo de la pierna y conseguir la cicatrización.

¿Qué importancia tiene la prevención de esta enfermedad?

Se estima que casi el 85% de las amputaciones de los diabéticos se podrían prevenir con un programa de educación de los pacientes y una adecuada exploración antes de que ocurran las lesiones. Para ello, es fundamental detectar a los diabéticos con riesgo de pie diabético y actuar sobre ellos.

¿Qué avances se han producido en la lucha contra esta complicada patología?

Debido a que el pie diabético suele ser una complicación de la diabetes, aunque esta enfermedad no es la única causa la que lo provoca, las medidas terapéuticas para lograr salvar la extremidad son variadas y depende de lo que lo esté ocasionando el daño. Hoy en día se cuentan con diferentes métodos para quitar presión en la zona afectada, lo que se conoce como «descarga». También encontramos nuevos apósitos para acelerar la cicatrización de las úlceras y métodos complementarios como la ozonoterapia que ayudan a una más pronta y mejor cicatrización.

Mediante determinados tipos de cirugía, se logra un tratamiento eficaz, ya sean de desbridamiento (limpiar la herida), resecciones óseas en caso de osteomielitis (retirar el hueso cuando esté infectado) o correctivas (para mejorar algunas deformidades del pie). Estas medidas junto con el uso de antibióticos cuando hay infección, permiten vencer muchas infecciones en el pie.

Asimismo, en aquellos enfermos en que las úlceras están producidas por una falta de circulación en la pierna, existen diversos tratamientos endovasculares. De esta forma, se trata el problema desde dentro de las arterias, una técnica mínimamente invasiva e ideal para volver a abrir las arterias.

¿Cómo se detectan estas alteraciones antes que produzcan la úlcera?

Mediante sencillas exploraciones clínicas que se realizan en la consulta como ser la palpación de los pulsos en la pierna, la inspección del pie en busca de callosidades o puntos de mayor presión y también mediante pruebas simples como el doppler de presiones segmentarias. Esta última exploración consiste en tomar la presión en diferentes niveles de la pierna y el brazo, con el fin de registrar el paso de la sangre. Luego se realizan unos cálculos que permiten, según una tabla ya estipulada, saber si el paciente tiene buena circulación o no.

También se puede realizar la detección precoz de la falta de sensibilidad con instrumentos sencillos e indoloros, como ser el Test de sensibilidad superficial del Monofilamento de Semmens-Weinstein. Para ello, se utiliza un filamento del tamaño de un cabello y se aplica, rozando la piel del pie en diferentes sectores, con el que se evalúa si el paciente lo siente o no. La falta de sensibilidad en algunos de estos lugares indica un pie diabético de alto riesgo.

¿Cuáles son los síntomas que indican que una úlcera del pie en un diabético está infectada?

El diagnóstico de infección de una úlcera es clínico y se basa en la aparición de los clásicos signos de inflamación:

  • Tumefacción del pie (hinchamiento de la extremidad)
  • Eritema (coloración rojiza del pie)
  • Aumento de temperatura
  • Presencia de dolor (aunque algunos pacientes diabéticos que presentan pérdida de la sensibilidad, por lo que pueden llegar a tener una infección severa sin sentir dolor)
  • Heridas, ampollas o supuración junto con mal olor

¿Qué síntomas pueden hacer sospechar que un paciente diabético tiene problemas en las arterias de las piernas?

Se puede sospechar que hay una disminución de flujo sanguíneo en las piernas, por ejemplo, cuando una persona presenta lo que se conoce como «claudicación intermitente». También se suele nombrar como «enfermedad del escaparate», que es cuando una persona al caminar cierta distancia presenta dolor en la pierna, frecuentemente al nivel de la pantorrilla, lo que le obliga a detenerse en su marcha. No obstante, al descansar un rato, se le alivia.

Este dolor se debe a la disminución en el riego sanguíneo a los músculos de las piernas. Al caminar, el músculo necesita más sangre. Sin embargo, la arteria enferma no puede ejecutar adecuadamente su función. Al descansar, se mejora la circulación al músculo y, por ende, se alivia el dolor.

También hay en el examen físico que realiza un profesional sanitario y es que existen ciertos signos para detectar esta enfermedad como son:

  • Ausencia de vello en las piernas
  • Frialdad y palidez del pie o de alguno de los dedos
  • Coloración violácea
  • Engrosamiento de las uñas
  • Presencia de úlceras, sobre todo aquellas que se localizan en la punta de los dedos o en las caras laterales del pie
  • Disminución o ausencia del pulso en diferentes partes del cuerpo

¿Cómo son las úlceras más frecuentes en los pacientes diabéticos, llamadas neuropáticas?

Los pacientes que tienen diabetes hace muchos años pueden sufrir una neuropatía sensitiva, es decir, la disminución o pérdida total de la sensibilidad en los pies como consecuencia de un daño nervioso provocado por la hiperglucemia (altas concentraciones de glucosa sanguínea) a lo largo de los años. La hiperglucemia no sólo afecta a los nervios sensitivos, sino también a los motores. Como consecuencia de esta afectación, los músculos del pie se atrofian, por lo que se pierde masa muscular, habiendo un desequilibrio entre los músculos del pie y llevando a la aparición de deformaciones como los «dedos en garra» o «en martillo».

Las personas que tienen una sensación normal en sus pies cambian la posición de los mismos cuando existe un aumento de presión en determinada zona del pie para que ésta no se lastime. El paciente diabético que tiene una neuropatía no lo hace porque «no siente» ese aumento de la presión, «no le molesta» y tampoco le duele. Por lo que esta presión mantenida sobre una región del pie, que no está preparada para mantenerla, hace que con el paso del tiempo aparezcan los conocidos «callos» y regiones hiperqueratósicas, que van a dar luego lugar a la aparición de la úlcera neuropática.

También hay otro tipo de afectación nerviosa por la hiperglucemia, que es la neuropatía autónoma. Esta ocasiona una ausencia de sudoración y, como consecuencia, se genera una piel seca que es menos flexible y por tanto más susceptible de ulcerarse. En las zonas secas se producen grietas que son puertas de entrada a la infección.

Cada 30″ una pierna es amputada por diabetes en el mundo

Canarias es la región española que presenta mayor número de personas diabéticas, siendo a su vez los enfermos que residen en esta comunidad autónoma los que también tienen más complicaciones, como el Pie Diabético. Según un estudio del cirujano del Hospital Insular de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Aragón Sánchez,  los diabéticos canarios son los más amputados de España. Asimismo, a nivel mundial, la Organización Mundial de La Salud (OMS) estima que cada 30 segundos se amputa una pierna en el mundo a consecuencia de esta enfermedad. 

Debido a la gravedad de esta enfermedad, Éndolum – CDyTE ha creado una Unidad para Pie Diabético (UPD) que cuenta con especialistas expertos en técnicas mínimamente invasivas para el tratamiento de las diferentes formas del Pie Diabético. Con el fin de facilitar la cicatrización de las úlceras y evitar la amputación de la extremidad, contamos con la tecnología más avanzada.

Desbrilador de ultrasonido

Éndolum – CDyTE ha implementado el desbridamiento de úlceras asistido por ultrasonido (UAW), trabajando a una baja frecuencia de ultrasonido a la vez que se aplica una solución salina para el tratamiento de la lesión, facilitando así la destrucción de bacterias y acelerando el proceso de curación. La intervención es ambulatoria y el uso del ultrasonido hace que sea más precisa, evitando lesionar el tejido sano. Además, esta tecnología cuenta con tres cabezales diferentes para actuar de manera más versátil ante diferentes tipos de úlceras y mejorar el proceso de cicatrización. En otras palabras: el desbridamiento de úlceras en el pie asistido por ultrasonido contempla múltiples beneficios para el enfermo.

Asimismo, también colaboramos estrechamente con otros profesionales como Médicos, Enfermería (DUE) y Podólogos para un correcto seguimiento de los pacientes. El tratamiento se realiza bajo el asesoramiento científico del doctor Javier Aragón, reconocido miembro del European Diabetic Foot Study Group y presidente del Grupo de Estudio Interdisciplinario de Pie Diabético.

Cuidamos de ti

Éndolum – Centro de Diagnóstico y Terapéutica Endoluminal (CDyTE) es una entidad sanitaria privada creada con carácter científico y universitario, especializada en el tratamiento de patologías vasculares mediante el uso de técnicas de mínima invasión.

Éndolum – CDyTE posee un equipo médico especializado en la CMI, bajo la dirección del profesor Manuel Maynar, con más de 40 años de experiencia en patología vascular y cirugía mínimamente invasiva. Conoce a nuestros profesionales y pide tu cita previa a tu comodidad.  


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