Es una infección ósea causada por bacterias u otros microorganismos.

Causas

La infección ósea casi siempre es causada por bacterias, pero también puede ser provocada por hongos u otros microorganismos.

Las bacterias pueden propagarse a un hueso desde piel, músculos o tendones infectados próximos al hueso. Esto puede ocurrir bajo una úlcera (llaga) cutánea.

La infección también puede empezar en otra parte del cuerpo y puede propagarse al hueso a través de la sangre.

Una infección ósea también puede empezar después de una cirugía del hueso. Este problema es más probable si la intervención se realiza después de una lesión o si se colocan varillas o placas de metal en el hueso.

En los niños, se afectan casi siempre los huesos largos, mientras que en los adultos se afectan más comúnmente los huesos de los pies, la columna (vértebras) y las caderas (pelvis).

Factores de riesgo

Los factores de riesgo son:

  • Diabetes
  • Hemodiálisis
  • Riego sanguíneo deficiente
  • Lesión reciente
  • Consumo de drogas ilícitas inyectadas

Las personas que se han sometido a una extirpación de bazo también se encuentran en mayor riesgo de padecer osteomielitis.

Síntomas

  • Dolor óseo
  • Fiebre
  • Malestar general, inquietud, sensación de enfermedad (malestar)
  • Hinchazón local, enrojecimiento y calor

Otros síntomas que pueden ocurrir con esta enfermedad son:

  • Escalofríos
  • Sudoración excesiva
  • Lumbago
  • Hinchazón de tobillos, pies y piernas

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