¿Qué es la Enfermedad Vascular Periférica (EVP)?
Es una condición en la cual las arterias que llevan la sangre a las piernas y brazos, se estrechan o se bloquean retardando o parando el flujo sanguíneo. Este estrechamiento u oclusión de las arterias se produce por acumulación de placas de ateroma en sus paredes internas (arteriosclerosis). Estas placas se producen generalmente por exceso de colesterol.
¿Es frecuente esta enfermedad?
En los Estados Unidos, se estima que 10 millones de personas padecen EVP, y de ellos, 4 millones tienen síntomas, principalmente dolor en las piernas.
¿Quién corren riesgo de tener EVP y claudicación intermitente?
Las personas que tienen mayor riesgo de padecerla son:
- Mayores de 50 años.
- Fumadores.
- Diabéticos.
- Obesos.
- Hábito sedentario.
- Hipertensos y/o con colesterol elevado.
- Antecedentes familiares de patología vascular
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad vascular periférica (EVP)?
Esta enfermedad, que afecta tanto a hombres como mujeres, generalmente no se manifiesta claramente, y la gente cree equivocadamente que los síntomas son normales para su edad.
El síntoma más común es lo que se conoce como “claudicación intermitente”, un dolor similar a un calambre que se manifiesta en las pantorrillas, particularmente cuando caminamos. La claudicación intermitente, se produce cuando no hay suficiente sangre irrigando a los músculos mientras estos realizan su función, desapareciendo el dolor cuando los músculos descansan.
Otros síntomas pueden ser: adormecimiento, temblor o pesadez en las piernas. En casos más severos, este dolor puede manifestarse incluso durante el descanso o reposo, extendiéndose a los pies o tobillos.
Quienes padecen la EVP, suelen experimentar también cambios de color en la piel, como así también pérdida de pelo en las piernas.
En casos extremos, la falta de tratamiento de la EVP, puede provocar una entidad denominada gangrena, la cual puede llevar a la amputación del pié o tobillo.
Si usted padece EVP, también tiene un alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o ictus (accidente cerebrovascular).
¿Cómo se diagnostica la EVP?
Aparte del examen clínico que orienta al diagnóstico, se pueden utilizar métodos de estudio no invasivos como el doppler de presiones segmentarias, la ecografía dúplex, la angioresonancia, la angiotomografía y si todavía existen dudas la angiografía convencional que requiere un cateterismo simple.
¿Cómo se puede tratar la EVP?
Cambiando algunos hábitos de vida, como por ejemplo: reducir en la dieta el consumo de colesterol y otras grasas, incrementar la actividad física y si usted es fumador, es fundamental que abandone el tabaco.
Existe medicación indicada como son los antihipertensivos, los hipolipemiantes (drogas que disminuyen el colesterol y lípidos sanguíneos), los antiagregantes plaquetarios y anticoagulantes.
¿Qué se puede hacer para tratar la EVP cuando hemos cambiado nuestros hábitos de vida y la medicación no es suficiente?
Existen varias formas de poder «abrir» los vasos sanguíneos ocluidos y así normalizar el flujo. En muchos casos, la EVP puede tratarse sin cirugía, mediante modernas técnicas de radiología intervencionista. Estos diversos tratamientos mínimamente invasivos pueden ser:
- Angioplastia: Es el inflado de un balón especial dentro de la arteria estrecha para permitir de esta manera la apertura del vaso.
- Fibrinolisis: Es la aplicación directa de drogas que disuelven coágulos obstructivos.
- Stents: Una pequeña prótesis tubular que se inserta en las paredes enfermas de las arterias, volviendo el vaso a su calibre original.
Existen stents cubiertos que son prótesis tubulares cubiertas con una membrana especial. En algunas ocasiones, la cirugía convencional o la combinación con esta, puede ser también requerida.
¿Cómo puedo saber si tengo EVP?
Si usted sospecha que puede padecer esta enfermedad, deberá consultar con su médico para que le realice las evaluaciones y estudios pertinentes.
También puede realizar un test online para conocer si forma parte del grupo de riesgo de sufrir enfermedad vascular.
La información presente en esta web no reemplaza sino complementa la relación médico-paciente, por lo que en caso de duda consulte con su médico de referencia o haga uso del formulario de contacto del CDyTE.